Hola Oscar:
Hoy quisiera felicitarte en tu 49 cumpleaños, pero fíjate que no me parece lo más importante.
Hoy quisiera felicitarte por un montón de cosas más y la oportunidad que tengo me la da tu onomástica.
Toda la vida me ha acompañado el deseo de una coherencia que a duras penas he logrado mantener, quisiera felicitarte por tu coherente comportamiento.
Toda la vida me ha acompañado el deseo de una constancia que casi nunca he conseguido, quisiera felicitarte por tu tesón inquebrantable.
Toda la vida he deseado que mis actos fueran consecuencia de mis principios y hubo días que sin que el gallo cantara tres veces me negué a mí mismo, e incluso a Otro. Quisiera felicitarte por tus inamovibles convicciones.
Toda mi vida he pensado en hacer algo importante, no para satisfacer mi ego sino para no dejar morir, cuando llegue, mi recuerdo. Quisiera felicitarte y felicitarme, especialmente hoy, porque lo importante de lo que estás haciendo es, entre otras cosas, que ya nunca podré olvidar a Oscar Elías Biscet.
Toda mi vida he intentado canalizar alguna actividad filantrópica y/o altruista que justificara que mi bienestar me permite llegar a prestar un servicio a los demás, y hoy quiero felicitarte porque no podía imaginar que tu causa llenara tanto ese vacío en mí.
Hoy quiero felicitar también a tu esposa, porque no imagino por lo que puede estar pasando y, al tiempo, permanecer unida a ti dándote un apoyo que para sí misma necesitaría.
Te felicito una vez más. No imaginas, Óscar, lo que has conseguido en mí. Quiero soñar lo que podrías hacer si dejaran de maniatarte los tiranos que te tienen sojuzgado y anticipar mi felicitación por lo que vas a conseguir.
¡Ánimo Óscar! Que mi felicitación sirva para aminorar el peso que soportas.
Responder