Acabo de regresar de Miami. Estuve en la Feria del Libro cada año mas interesante, y me reencontré con amigos entrañables que me han devuelto al final los años 80, decisivos tras la caída del Muro de Berlin para tantos cubanos , y para nuestro trabajo a favor de las libertades en Cuba.
Uno de los encuentros mas entrañables de estos días , el de mi querido y admirado Jacinto Fernández
Jacinto es uno de los mas valientes presos políticos a los que he tenido la fortuna de conocer en el larguísimo caminar en pos de una Cuba libre.
Jacinto fue vicepresidente del Comité Cubano pro Derechos Humanos y en 1981 cayo preso por denunciar los atropellos de las fuerzas represivas contra aquellos que querían abandonar el país
. Cuatro años en el Rectángulo de la Muerte no lo ablandaron, y sus denuncias comenzaron a llegar a nuestras oficinas por las mas insólitas vías. ¿ Que habría hecho Jacinto con un teléfono móvil y la posibilidad de comunicar sus denuncias casi a diario desde la propia prisión ? Para que especular.
El caso es que Jacinto logro que entrara en el Combinado del Este una cámara fotográfica
Con ella, realizo unas excelentes fotografías que serian decisivas para la condena de Castro en la ONU.
Jacinto se había convertido en “nuestro preso “ cuando su hija Karin dio a conocer la situación de su padre y de todo el grupo de políticos en la Prisión Combinado del Este allá por el año 1986 .
Luchábamos por su libertad cuando llegaron a nuestras manos las fotografías de Jacinto mostrando las tristemente famosas ,“celdas tapiadas”. Las Tapiadas estaban en boca de cada preso que alcanzaba la libertad ,pero nadie tenia pruebas de que ese horror, que los presos relataban, pudiera convertirse en prueba palpable . Jacinto Fernández lo hizo realidad.
Las fotografías llegaron nítidas, con notas aclaratorias del propio Jacinto, y solo quedaba mostrarlas ,como el quería, a los Embajadores de las Naciones Unidas en la Asamblea General de los Derechos Humanos en Ginebra.
Armando Valladares era el Embajador de los EEUU y sabíamos que en la Comisión está terminantemente prohibido exhibir carteles, fotos, posters ect bajo al amenaza de expulsión inmediata para la ONG que cometiera tamaño “delito”. Pero había que hacerlo. El sacrificio de Jacinto merecía el esfuerzo y la denuncia era irrefutable .El año anterior el Embajador cubano Roa había negado contundentemente la existencia de las TAPIADAS , invento de las ONG mercenarias a sueldo de los imperialistas….. Ahora, nosotros teníamos la prueba .
La fotografía que acompaña mi escrito, muestra a Luis Zuñiga , recién liberado de prisión, desplegando la foto de las Tapiadas en la ONU, solo pude hacer dos fotografías porque inmediatamente me sacaron de la Sala . Nos expulsaron de la Comisión, pero Castro fue condenado como violador de los derechos fundamentales de su pueblo .
Hace unos días recordé este incidente con Jacinto, hacia mas de 20 años que lo veí.En el 91 cuando lo liberaron le di un abrazo en Miami,con la misma alegría nos abrazamos el pasado domingo, el me dedicó su libro recién editado “ Por un capricho de la Historia” Lo encontré fuerte y decidido, como siempre, superado y olvidado ya su cáncer de próstata, y con renovadas fuerzas para seguir denunciando, porque el camino es largo y esta necesitado de valientes,como mi amigo Jacinto Fernández.
ASOPAZCO 