Se leía en las pancartas de Martin Luther King en sus marchas por los derechos civiles.
El Dr. OSCAR ELÍAS BISCET, de cincuenta años de edad, casado y con dos hijos, creó la Fundación Lawton en 1997 para defender pacíficamente los derechos humanos en Cuba siguiendo la filosofía pacifista de la no violencia practicadas por Martin Luther King, Mahatma Ghandi y el Dalai Lama, y por ese delito el Régimen castrista le acusó, junto a otros 74 seguidores suyos y disidentes del régimen castrista, de conspirar contra la seguridad del Estado y le condenó a 25 años de cárcel, treinta y seis días después de haber padecido otros tres años previos de cárcel, además de 26 detenciones en 17 meses durante los años 1998 y 1999. Esta última condena tuvo lugar en abril del año 2003.
El Dr. Biscet continúa su labor en la cárcel reclamando los derechos de los presos y por ese motivo es golpeado, torturado y confinado en celdas de castigo de 1 x 2 metros, sin luz, ni ventilación, ni higiene, privado de comunicación con el exterior y sometido al sufrimiento más atroz que imaginarse pueda a causa de las palizas, torturas, vejaciones y demás atrocidades que padecen todos esos presos, una y mil veces denunciadas, documentadas y acreditadas ante organismos internacionales. Son tratados peor que las bestias. Su estado de salud es crítico y no recibe asistencia médica.
El Dr Oscar Elías Biscet ha declarado que es un hombre que se rige por la palabra de Dios y que ama al prójimo, y ha expresado su máxima de que cuando un gobierno encarcela injustamente a sus ciudadanos, el deber de un hombre justo es la cárcel.
NO ES CUESTIÓN DE POLÍTICA, SINO DE MERA HUMANIDAD
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