Comandante,
Ha vuelto usted a abrir la boca y ha vuelto ha dejar patente su carácter represor. Es verdad que ya casi nadie le hace caso, pero usted da rienda suelta a sus balbuceos incontrolados y no lo para ni el desajuste de su dentadura, ni el de sus ideas.
Mira que defender a Gadafi ¡Hay que ser miserable para defender la masacre del sátrapa de Libia contra su propio pueblo! Claro que para usted, comandante, estas cosas de hostigar, maltratar y hasta matar a sus compatriotas, no le es ajeno. Usted está entrenado en estas lides. ¿Recordamos algunas de sus hazañas para entender por qué usted ha salido de su retiro para justificar las matanzas de ciudadanos libios a manos de tropas mercenarias a sueldo del tirano Gadafi?
Veamos sólo algunos ejemplos:
Hoy, sin ir mas lejos, 24 de febrero de 2011, se conmemora el decimoquinto aniversario de uno de los actos mas abyectos ocurridos bajo su régimen: El derribo de dos avionetas Cessna desarmadas y en misión humanitaria, por misiles disparados desde “sus” aviones de guerra. Derribados en aguas internacionales, murieron asesinados sus cuatro tripulantes: Armando Alejendre, Mario de la Peña, Carlos Costa y Pablo Morales.
Sus pilotos, comandante, celebraron las muertes a la manera del circo romano, con grandes gritos y obscenos insultos. Además de asesinos, cobardes.
¿Y qué me dice usted del comportamiento de sus tropas de asalto, las valientes Brigadas de Respuesta Rápida, asediando viviendas de opositores pacíficos para evitar que se celebraran los actos previstos en el primer aniversario de la muerte, asesinato, de Orlando zapata Tamayo?
Zapata murió en una de sus mazmorras reclamando justicia y libertad. Ustedes, no sólo lo golpearon en prisión sino que, ya en huelga de hambre, debilitado y enfermo, le negaron el agua en un acto de increíble crueldad.
Zapata Tamayo no es ni mucho menos el primer preso que muere en huelga de hambre en una de sus cárceles, pero para usted y los suyos… uno más ¡Muerto el perro se acabó la rabia, debieron de pensar! Pero aún quedaba rabia, y sus esbirros se emplearon a fondo y saña contra la madre del muerto. Reina Luisa Tamayo, valiente y digna, ha sido asediada, día a día, sin que ninguno de sus maltratadores haya logrado acallar su grito: ¡Zapata Vive!
Vamos con otro caso: El hundimiento del “Remolcador 13 de Marzo”.
Otro execrable crimen y, como todos los suyos, vergonzosamente impune.
“El 13 de Marzo” era un remolcador viejo que se llenó de familias que huían de su paraíso, comandante, en busca de un futuro en libertad.
A pocos metros de la bocana del puerto fue interceptado y embestido por patrulleras que, con potentes chorros de agua, dispararon contra aquella pobre gente. Las mujeres y los niños que se encontraban en cubierta gritaban desesperados para que cesaran la embestidas. Inútilmente, porque en pocos minutos el viejo remolcador se partió en dos y se hundió.
De las 68 personas que subieron al barco, murieron 37; 22 eran niños.
Los 31 supervivientes de la masacre fueron sacados del agua, de mala manera, para llevarlos detenidos a Villa Marista.
Los cadáveres de las victimas del hundimiento nunca fueron sacados del fondo del mar para entregárselos a sus familiares. Quedaron a 800 metros de profundidad, y allí están desde entonces porque su régimen se ha negado a aceptar la ayuda internacional ofrecida para sacar los cadáveres. Otra vez la inútil crueldad de su régimen imponiendo su ley.
¿Cómo no va estar usted al lado del tirano Gadafi?¿Cómo no al lado del depredador y siguiendo su juego de terror y muerte?
¡Si ha sido usted el espejo en donde se han mirado los tiranos que en el mundo han sido!
Dicen que perro no come perro, pero es evidente que hiena defiende a hiena.
ARMANDO,CARLOS,MARIO,PABLO Siempre en el recuerdo.
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